jueves, 25 de marzo de 2010

Viaje a Córdoba, por Javier y Amalia

Somos Javier y Amalia y os vamos a contar nuestra experiencia en Córdoba:
El día 24 de Marzo, a las ocho y media de la mañana, emprendimos nuestro viaje a Ciudad Real para coger el tren de las diez menos diez hacia Córdoba.
Fuimos en coche hasta la estación del AVE.
Al llegar allí los profesores nos dieron un papelito con el número de asiento que nos correspondía a cada uno.
Luego, el personal de seguridad nos hizo pasar las mochilas por un escáner para ver si no llevábamos objetos peligrosos y, después, ¡¡¡¡¡pasajeros al tren!!!!!
En el tren nos lo pasamos genial escuchando música, charlando con los compañeros, leyendo el periódico...
También nos encargaron pruebas para realizar mientras viajábamos, como comprarle unas patatas y un refresco a la señorita Julia.
Al llegar a nuestro destino nos bajamos del tren y Laura y Tania fueron las encargadas de encontrar a nuestro guía y explicarle quiénes éramos.
La visita comenzó en una especie de tumba romana. El señor que nos guiaba se llamaba José Luis y era un hombre muy culto. Nos explicó cuales fueron las antiguas civilizaciones que pasaron por España y, en especial, por Córdoba, que en aquel entonces era conocida como Corduba.
Después nos dirigimos a una de las puertas de entrada al casco antiguo, y en especial al barrio judío, llamada puerta de Almodóvar.
Al entrar por el portón subimos por una calle llamada Judíos y nos asomamos a una casa que tenía el patio lleno de flores.
A continuación entramos a una pequeña sinagoga, lugar de culto del pueblo judío. En la pared había 12 ventanas, que representaban a las doce tribus de Israel.
Luego fuimos a la escudería, donde había varias macetas con flores rosas. José Luis nos dijo que la gente de Córdoba suspendía las macetas en el aire con un taco de madera para que el agua no manchara las paredes al regar.
Después fuimos por un callejón llamado calleja de Las Flores hasta llegar a una plaza dónde un guitarrista tocaba una bonita y relajante canción.
En este recorrido nos cansamos mucho y entonces fuimos al Patio de los Naranjos para almorzar. Nos dejaron quince minutos y todos teníamos tanta hambre que ni hablábamos.
Al finalizar el almuerzo nos fuimos a ver el puente romano que cruzaba el río Guadalquivir, que iba rebosante de agua.
Al finalizar este descanso nos dirigimos a los baños del Alcázar Califal. En ellos había tres salas: la sala de agua fría, la de agua templada y la de agua caliente.
A continuación fuimos al Alcázar de los Reyes Cristianos. Allí vimos la A demás había un inmenso jardín con muchos árboles, plantas, flores... También había una fuente con varias alturas en la que había muchísimos peces de varias colores.
En este parque nos dejó nuestro guía José Luis, al que despedimos con un fuerte aplauso.
Desde allí fuimos de nuevo al patio de Los Naranjos y...¡¡¡Todos a comer!!!
Comíamos todos a dos carrillos porque teníamos un hambre...
Después estuvimos comprando souvenirs en varias tiendas. ¡¡Había miles de cosas!! Algunos compraban dedales, fotos, llaveros, pulseras, collares...
Al terminar nuestras compras nos dirigimos a la Catedral-Mezquita de Córdoba.¡¡¡Parecía un inmenso bosque de columnas y arcos!!!
Todos los niños quedamos asombrado al ver la inmensa belleza del templo, su riqueza en esculturas y cuadros, su impresionante decoración...
Al salir teníamos hambre de nuevo y Alicia, Jesús Ángel y yo (Amalia) conducimos al grupo hacia la plaza de las Tendillas, donde merendamos.
Luego Ismael, Arantxa y Jennifer nos llevaron de nuevo a las estación de tren, donde nos volvieron a dar los papelillos pon el número del asiento que nos correspondía a cada uno y esta vez fuimos en vagones separados, 8 en el coche 8 y 18 en el coche 10.
El viaje de vuelta fue muy divertido para nosotros dos porque nos reímos mucho con la señorita que anunciaba las exposiciones por la radio del tren.
Al llegar a Ciudad Real, varios padres nos esperaban con entusiasmo y no nos dejaban respirar de tantas preguntas que nos hacían.
Bueno, esto es lo que pasó en nuestra excursión a Córdoba, una experiencia inolvidable.

3 comentarios:

María Jesús dijo...

¡Que larga! Está muy bien me gusta mucho buen trabajo.

Sara dijo...

amalia nos tenemos que leer todo esto tia jjjjjjjjjjjjaaaaaaaaaaaaaaajajajajajaj

Anónimo dijo...

Pues si hay que leerlo jejejeje

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